¿Te estás reciclando en la era de la automatización y la digitalización?

El mundo del trabajo está en plena revolución por la digitalización y la automatización. La tecnología debería hacernos la vida más fácil pero a todos nos preocupa qué será de nuestra profesión con los cambios y si la inteligencia artificial y los robots nos van a volver obsoletos.
Aunque proliferan los artículos que pronostican el apocalipsis yo prefiero centrarme más en las oportunidades que pueden presentarse. Como leía hace poco, si los cajeros automáticos no acabaron con las oficinas bancarias…creo que tampoco los robots acabarán con el trabajo y me pregunto ¿Cómo reciclarnos en la era de la automatización?

Llevo toda la vida de revolución tecnológica en revolución tecnológica. El mundo ya ha pasado por otras revoluciones tecnológicas importantísimas: la primera revolución industrial ocurrió en el siglo XVII con la máquina de vapor y la segunda a finales del siglo XIX con la electricidad y los motores de combustión.

Si estos cambios ya transformaron el mundo ¿es esta revolución proporcionalmente mayor? y ¿cómo va a afectar al mundo del trabajo esta vez?

Ya en el pasado los progresos tecnológicos amenazaron grandes sectores profesionales: el mismo temor de hoy ocurrió cuando la tecnología sustituyó puestos de trabajo en la agricultura o cuando el ferrocarril o los barcos de vapor mejoraron el comercio y pusieron en cuestión el futuro de muchas ocupaciones consolidadas …y sin embargo nunca habíamos tenido tanto nivel de progreso como ahora.

¿Hay motivos ahora para tener miedo? En este post sobre los robots en Linkedin ya me hacía preguntas al respecto.

Pues empecemos: ¿Qué trabajos son automatizables totalmente?

Y digo totalmente sólo si no van a necesitar personas en absoluto: ¿Son muchos los trabajos totalmente automatizables?
Pues no, parece que porcentualmente no son muchos y así lo dicen algunos estudios.

profesiones automatización

Fuente: Cotec y McKinsey

Un trabajo muy repetitivo y previsible tiene muchas posibilidades de ser totalmente automatizado. Ya pasó con empleos como ascensorista o la mayor parte de mecanógrafos y encontrarás muchos informes que hablan de trabajos en riesgo: desde clasificador de frutas, confección de prendas a teleoperador, conductor, traductor, vendedor de billetes, cajero, elaborar comida rápida, algunos oficios de la construcción o actividades rutinarias de oficina.

Pese a que se automaticen en gran parte, la mayoría no van a prescindir totalmente del control de personas.

Lo que sí parece claro es que gran parte de las profesiones tienen una parte de sus tareas que se pueden automatizar y por tanto sí se producirá impacto en casi todos los trabajos aunque no supongan una desaparición de los mismos. El reciclaje es por tanto necesario para todos en mayor o menor medida.

Los trabajos menos automatizables son aquellos en los que las personas lo hacen mejor que las máquinas: los que requieren tomar decisiones en función de las circunstancias o interaccionar con personas o cuidarlas.

No creo que la educación, la enfermería y los cuidados médicos o cambiar la instalación eléctrica de casa lo hagan los robots aunque se puedan incorporar avances que faciliten el trabajo de estos profesionales (como ya ocurre hoy). Así lo dice este artículo del MIT sobre el trabajo de los médicos.
Pero es que ya hoy fíjate en la cantidad de industrias que el teléfono móvil ha arrinconado sin hacer mucho ruido: gps, cámaras de fotos, escáneres de documentos, despertadores, linternas… yo hace años que no llevo reloj de pulsera.

Los avances son, realmente, muy espectaculares:

Como en el pasado, resulta más fácil ver qué empleos van a verse afectados -y eso genera miedo- que imaginar qué áreas necesitarán de personas.

¿Hacia dónde se dirige el mercado de trabajo?

Decía el SEPE en su » Informe del Mercado de Trabajo Estatal 2017 – Datos 2016″:

«En general, se espera una evolución positiva en todos los sectores, pero en el siguiente orden decreciente: servicios, industria, agrario y construcción….Nuestra economía sigue avanzando hacia una terciarización, con un creciente peso de los servicios. Parece que la productividad mejora con inversión en formación…»

El informe insiste en dos temas que me parecen fundamentales: la terciarización de la economía (servicios) y la necesidad de formación (reciclaje).
Y así lo dicen todos los informes que hablan de profesiones en auge, especialmente refiriéndose a sectores tecnológicos y con profesiones que hace poco no existían: ingeniero smart factory, chief digital officer, experto en innovación digital, data scientist, experto en big data, arquitecto experto en smart cities, experto en usabilidad, director de contenidos digitales, experto y gestor de riesgos digitales y director de marketing digital… porque «El empleo en el sector de las nuevas tecnologías creció un 13,4% desde 2013, más que ningún otro»

No sólo la automatización influye en los cambios del mercado laboral

Hay al menos dos factores que pienso van a afectar mucho al mercado laboral, de uno de ellos habrás oído hablar mucho y son los cambios en la demografía y del otro quizás menos y es que la demanda total de productos y servicios que se produce en el mundo seguirá cambiando.

Vamos a empezar por el segundo, que suena muy técnico, con dos imágenes chocantes.

La economía mundial:

La primera imagen representa el peso de la riqueza de cada país respecto al total y el segundo el peso de su población:

Fuente: Metroscom

Hay una enorme parte del mundo que tiene que mejorar su bienestar y crecer económicamente y esa evolución va a cambiar la economía global y de hecho lo está haciendo desde hace casi 30 años.
Me refiero a que el crecimiento de todas las economías en desarrollo debe generar una importante demanda de productos como servicios (salud, educación…) que pueden generar enormes necesidades de ocupación tanto en los países de origen como en los demás vía exportación o turismo.
Si los cambios que nosotros vivimos nos parecen enormes, en muchos países en desarrollo sus economías se transforman a gran velocidad desde 1990. Las economías emergentes crecen más que las de los países desarrollados produciendo una auténtica revolución en las formas de vida de la población de los países que forman la mayoría de la población mundial y creando grandes movimientos migratorios sobre todo dentro de sus fronteras. Fuente World Economic Forum

La pirámide de edad en España

Los datos sobre la demografía en España, los puedes ver representados gráficamente aquí y también son impactantes:

piramide poblacion españa

Fuente Seguridad Social

En resumen, en España un 28% de la población tendrá más de 65 años en 2050.
Los datos demográficos revelan toda una fuente de oportunidades laborales: si una ocupación va a crecer es todo lo que tenga que ver con los mayores de 65 años. Somos cada vez más longevos y con más ganas de tener una jubilación productiva.

Las ocupaciones relacionadas con la formación la salud, la cultura o el entretenimiento van a tener un crecimiento.

Pero hay más factores que afectarán al empleo

La revolución tecnológica no es sólo automatización, hay un proceso de revolución energética en renovables y eficiencia energética.

Mira este artículo:

Por primera vez, en el 2017, el mundo ha invertido más dinero en energía solar que en centrales nucleares, plantas de gas y de carbón, según un informe de Naciones Unidas.

Y, por otro lado la tecnología genera también nuevos trabajos tecnológicos tanto en producción, venta, instalación, reparación y programación. Es decir, los robots sustituirán tareas pero alguien debe ocuparse de su producción, venta, instalación y reparación y programación. Son trabajos cualificados para los que debemos reciclarnos.

Reciclarse en la era de la automatización

Parece que, históricamente, las revoluciones industriales han producido un trasvase de puestos de trabajo de unos sectores a otros: se reduce el numero de personas que trabajaban en la agricultura, producción básica o minería y crecen los empleos en sanidad, educación, servicios profesionales, funcionarios, comercio, restauración, turismo, entretenimiento, el cuidado de personas, los oficios tecnológicos, los de transición energética y los creativos.

En resumen, los cambios tecnológicos generan un mayor peso de la economía de los servicios.

Y parece que esto seguirá ocurriendo en el futuro en un mundo con, además, mayor peso de mayores de 65 años que quieren seguir llevando una vida activa y más demanda proveniente de zonas del mundo en desarrollo. El eje de la economía se desplaza a Asia y Africa.

Es un momento de cambio en el que vale la pena no quedarse atrás y lo digo de forma entusiasta y con conocimiento de causa. Hace 3 meses aprendí a usar WordPress para crear este blog con un tutorial de YouTube, me formo en inboud marketing, uso de redes sociales (hay mucha oferta gratuita y de calidad), me he integrado en Barcelona Tech City (un hervidero de talento digital), he decidido ofrecer servicios de formación y consultoría en Recursos Humanos como consultor independiente e intento crear un pequeño negocio en tecnología y disfruto enormemente de integrar nuevos conocimientos. Mi zona de confort está pulverizada.

Creo que hay que librarse de discursos catastrofistas y abrirse a la formación tecnológica que afecta y va a afectar cada vez más a todas las profesiones. Es el momento de reciclarnos profundamente para trabajar de otra manera o aprender profesiones nuevas como ya han hecho tantas personas en los últimos años.

Y todo lo que tiene que ver sobre cómo los cambios afectarán a los salarios o condiciones laborales no lo decidirán los robots ni la inteligencia artificial. Seremos nosotros.

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